El PSOE denuncia que el
Gobierno de Rajoy “vuelve a machacar” a pensionistas y a clases medias y
trabajadoras con la entrada en vigor del copago farmacéutico, una medida que
pone encima de la mesa el modelo de sanidad que defiende el PP: “las medicinas,
para quien pueda pagárselas”
El PSOE advierte de los efectos del
copago en la provincia, donde hay alrededor de 130.000 pensionistas. Aproximadamente un 85% de los pensionistas se encuentra en el tramo por el
que deberán pagar 8 euros mensuales, aunque la cifra sube en otros casos hasta
los 18 euros y puede incluso hacerlo hasta los 60. En el caso de los
trabajadores, la inmensa mayoría tendrá que afrontar subidas de entre el 40 y
el 50% del precio de los medicamentos.
El Gobierno del PP
“propina un nuevo golpe a las rentas más débiles” con este copago y critica que
la derecha de este país “intente convertir la sanidad en un negocio en el que
no se atiende a ciudadanos, sino a clientes”. “Si el cliente tiene dinero,
podrá costearse las medicinas; si no lo tiene, no tendrá acceso a los fármacos
a pesar de haber contribuido durante muchos años al sostenimiento del sistema
sanitario a través de sus impuestos”, advierte.
Además, que se van a dar circunstancias “verdaderamente indecentes”, como el
hecho de que los pensionistas también vayan a financiar el déficit del Estado
con las cantidades que tengan que pagar por encima de los límites establecidos
para su renta, ya que la administración tendrá un plazo de hasta 6 meses para
devolverles ese dinero.
“Muchos pensionistas se van a ver
obligados a hacer grandes desembolsos mensuales que no van a recuperar hasta
medio año después, en una especie de préstamo vergonzante al Estado a 0% de
interés”, denuncia. Esto no va a ocurrir en Andalucía, donde
el Gobierno de la comunidad implantó desde ayer mismo una fórmula para evitar
que “ninguna persona pague ni un euro más allá de los 8 o 18 euros que les
corresponda”.
Es indignante que el Gobierno del PP imponga “un impuesto a la enfermedad”, con el
que pretende recaudar dinero “de pacientes, enfermos crónicos, pensionistas,
clases medias y rentas del trabajo”, con la agravante de que es una medida de
ahorro “irreal”, ya que va a tener como consecuencia un incremento del uso de
los servicios de urgencias y, a medio plazo, de la atención sanitaria en
centros de salud y hospitales.
En definitiva, se trata de “seguir
vapuleando” a los colectivos más vulnerables en esta crisis, que son la gran
mayoría de ciudadanos de este país, a los que ya se ha castigado con subidas de
impuestos, recortes en sanidad y educación, supresión de derechos y la
aprobación de una reforma laboral que pone el despido en bandeja de plata y que
no contempla ni una medida para crear empleo.
A esto hay que añadir que en
próximas semanas cerca de 500 medicamentos comunes quedarán fuera del sistema
público y los pacientes y pensionistas “tendrán que pagarlos también en su
totalidad”.
El PSOE opone a este modelo “mercantilista”
del PP el modelo de sanidad pública y universal de Andalucía, sostenida con los
impuestos de los ciudadanos y que apuesta por medidas eficientes de ahorro,
como la subasta de medicamentos, que está recurrida por el PP, pero que
supondría un mayor ahorro que el copago. “El PP debería aprender del Gobierno
andaluz, que ha levantado uno de los sistemas públicos de salud más solventes,
sostenibles y baratos de nuestro entorno”.
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